30 octubre 2006

Una máquina para el fin del mundo



Había un mundo que en el transcurso de un largo período de tiempo originó una naturaleza sumamente compleja. Sus seres mas sofisticados ingeniaron una tecnología rudimentaria para dominarlo y luego fueron perfeccionándola para intentar comprenderlo. Fabricaron mecanismos que les superaban en sus limitaciones orgánicas y que les sobrevivieron cuando su presión depredadora acabó con toda vida. Las máquinas sin otra energía que la de la estrella, contaminadas por los deseos de sus creadores y con escuálidos recursos, fueron reproduciéndose, depurando constantemente su técnica, persiguiendo un ingenio redentor. La estrella agonizaba cuando la máquina perfecta se enquistaba en el mundo ha desaparecer. Era minúscula. De los inmensos entramados destinados a comprenderlo todo, solo quedaba la idea elemental de ser. En su aparente inexistencia, la microscópica máquina solo necesitaba una partícula de agua y un asomo de energía para multiplicarse indefinidamente. Así, cuando la estrella se expandió con su explosión definitiva, el ciclo mecánico de la vida pudo renacer en algún lugar remoto.

Quizás el fin sea un instante eterno sin materia, una nada de energía inagotable que quiere ser.

Quizás nos domine el absurdo, una larga broma de mal gusto.
Es probable que el máximo orden este en el caos.

26 octubre 2006

Rostros

Es un naufrágio urbano

Tu rostro me emociona, no solo el tuyo, me emocionan algunos rostros solo verlos, me emocionan casi todos los rostros cuando gusto reconocer en ellos los rastros de sus vivencias o su parecido con otras caras quizás de otros tiempos. La ternura me invade al ver su sufrimiento. Me duele sentir su belleza rotunda e inalcanzable. Juego con adivinar su presente que intuyo o el futuro escrito en la repetición de ademanes ya conocidos, de caracteres indomables. Sufro su espera atemorizada, valiente o resignada de la muerte.

Curiosamente este regalo de observar a mis semejantes es más satisfactorio cuando me son desconocidos. En ellos puedo sumergirme si trabas, en las sutilidades de su comportamiento, en el entramado delicado de signos, gestos e intangibilidades que conforman nuestras relaciones. Las barrocas y ancestrales formalidades cada vez más sutiles que visten nuestra vida social. Los sentimientos que con más autonomía hemos cultivado y engrandecido y que nos redimen de las fuerzas oscuras de los tiempos difíciles. Hemos construido un ser casi superior y la historia de todos los pasos, infinitos que han soportado miles de generaciones están escritos en estos rostros que intento desentrañar y leer con la misma fruición que siempre nos ha distinguido: la necesidad de conocer nuestra verdad, la solidaridad con nuestro semejante, espejo de nuestro mismo rostro, él más inabarcable.

23 octubre 2006

Apretar un poco más

Quien mucho abarca poco aprieta, lo decían mis abuelos, quizás mi padre cuando se podía pretender un conocimiento enciclopédico, un hombre con atributos, un mundo abarcable. Esta idea, la necesidad de abarcar poco para profundizar más, para conocer algo muy bien, es la que nos ha encaminado al mundo de alta tecnología.

La paradoja es que esta especialización nos ha dejado sin poder apretar en nada, esta necesidad de especialización nos ha parcelado irremediablemente el saber y arrinconado en la ignorancia. Es necesario abarcar otra vez mucho para tener alguna posibilidad de apretar algo. La encerrona de la especialización nos hace abrazar el vacío.

19 octubre 2006

A vueltas con las parejas



Semiyacente con pareja

Hace días que tengo el sueño ligero. Me levanto temprano y como no medie cuestión absorbente o alguna ocurrente prisa, asomo por la ventana de manera refleja para ver como respira el día. Y aunque nunca ocurre nada en este arrabal de pequeña ciudad de provincias que no sean canto de pájaros o ruidos molestos, siento siempre (años seguidos sin descaso) curiosidad por el nuevo día, porque a pesar del monótono transcurrir del tiempo desde que aquí vivo, todos los días son distintos y nunca he perdido la esperanza de que ante mis ojos, una mañana cualquiera, algo extraordinario suceda, Y mientras espero esta hora que me libere de la rutina de los quehaceres diarios, siempre hay detalles, pequeños cambios, curiosidades o imprevistos que me intrigan.

Desde mi ventana

Desde que era cachorro, una ligera y atractiva joven, pasea poco después del alba a un ahora temible rottweiler. Cada día es zarandeada sin ton ni son de un lado al otro del parque por el magnifico ejemplar y temo que si algún día, el perro se encele con alguien, no tendrá ni la fuerza necesaria para sujetar el animal ni el ascendiente suficiente para que le obedezca. Su paseo es una imagen fija de preocupación en el paisaje mañanero. Hoy sin embargo y un poco mas tarde, siguiendo los mismos senderos apareció otra dispar pareja. Un mocetón como un armario y cara de muy mala leche paseaba con ternura un enano, escuchimizado y tembloroso perro faldero y este suceso me tranquilizó lo que del anterior recelaba y quedé al fin dando vueltas al gusto que me dan estos extremos mientras iniciaba mis labores cotidianas.

Dando vueltas

Es curioso el atractivo que, rayando a veces la morbosidad, tiene para buena parte de los humanos, las parejas con algún desequilibrio. De hecho la pareja por excelencia; macho – hembra; es radicalmente antagónica y son las pretendidas malas parejas las que cumplen con creces la función que les está encomendada.

Aquellas parejas que además de amor, soporte y compañía, engendran copias de sus genes mezclados en forma de descendencia, si corporativizan sus virtudes o sus defectos crean graves desequilibrios y por contraste las parejas de contrarios ayudan a compensar lo que la naturaleza injustamente distanció. Aunque la naturaleza siempre puede tomarse la revancha como insinuó el genial Albert Einstein a la bella Isadora Duncan cuando esta, le propuso engendrar entre ambos descendencia bella e inteligente. ¿Y si tienen mi belleza y su inteligencia, Isadora?

Me gustaría que a partir de ahora cuando vean una pareja digamos cinematográfica digan: ¡Que mala pareja hacen! Pues ya saben las buenas son: feo /guapo, bueno / malo, alto / bajo, gordo / flaco, listo / tonto, blanco / negro, viejo / joven, rico / pobre, loco / cuerdo, pesimista /optimista, enfermo /sano, extrovertido /introvertido. Simpático / antipático, y también: conservador / revolucionario, religioso / ateo, instruido /inculto, Dicharachero / silencioso, ordenado y caótico, friolero / caluroso, limpio / sucio, carnívoro / vegetariano, heterosexual / homosexual, etc… El género se lo ponen ustedes

17 octubre 2006

Frases contundentes



Como ilustración del texto creo que queda bien esta contundencia negra en amarillo, aunque se tituló “Delirio apaciguado” por el hecho de ser una locura controlada.

A lo que iba:

Creo que me gustan las frases contundentes, son tan espectaculares como la vedette de variedades e igual que ellas están fuera de la realidad. Tienen la cualidad de dejarnos satisfechos y relajados como una buena deposición. La frase contundente tiene una presencia tan real como la bella Dorita, incluso mas real que la realidad, valga la redundancia. Convence al auditorio, pero no tiene aplicación en la vida real. La vedette sólo existe en el escenario pues de ordinario es sólo una mujer más o menos bella. Deberíamos ser tolerantes con la frivolidad de su uso pues estas frases cumplen con una de las condiciones que nos ha llevado a ser unos seres privilegiados: capacidad de simplificar hasta límites insospechados y poco razonables. Conocemos la falsedad de las simplificaciones pero como cumplen unas reglas, sin ser reales se convierten en muy útiles. Recuerdo ahora mi agobio ante las monumentales demostraciones matemáticas y el furor purificador del maestro simplificando, contrayéndolas hasta su formulación simple, que si bien no las hacían más comprensibles, si eran de un tamaño más manejable para su archivo en la memoria, cuestión nada baladí. Los hombres mantenemos nuestro precario equilibrio con una buena cantidad de simplificaciones que nos crea el espejismo de que entendemos algo. Este espejismo es nuestra vida real. Esta es la paradoja. La felicidad tiene mucho que ver con este extracto de realidad. Por esto somos tan frágiles, tan al abasto de los más inteligentes, de los que comprenden estos mecanismos y los usan para manipularnos en su beneficio, en beneficio de otro mecanismo más depredador.

Simplificando, me gustan las frases contundentes, me relajan, pero no sé si puedo permitirme el lujo de fiarme de ellas.

15 octubre 2006

Setas en la cocina

El bosque amigo

Creo que hoy me toca hablar del amigo bosque. Este otoño unos u otros de la familia, solos o con amigos hemos ido cinco veces a buscar setas. Un día, fuimos toda la trouppe, yo incluida. Es un día muy especial para mí pues salgo de casa.

Es excitante ya desde la trapatiesta que se monta para buscar los cestos, botas, cuchillos, cantimploras, bota de vino, brújula, encendedores, bastones, chaquetas, etc. Si es por la mañana nos llevamos desayuno, cogemos pan, embutidos y queso, yo si puedo y tengo tiempo me gusta llevarme bocadillos de tortilla con el pan con tomate a la catalana. Luego nos apretujamos todos en el coche de Ene que es la que tiene carné y vamos por lo general no muy lejos. Cerillo se queda a menudo cerca del coche sin perderlo de vista y anda para arriba y para abajo inspeccionando o hablando con otros buscadores de setas o ensimismado en sus asuntos. Nosotros entramos todos en el bosque. Lo primero que hago es aspirar hasta marearme el magnifico aroma que desprende mientras oigo a Ene la advertencia de rigor. Todos juntos, no se pierdan. Y con gran algarabía entramos llamándonos de vez en cuando mientras palmo a palmo todo lo inspeccionamos. Misto, que es perro pastor va como un loco arriba y abajo intentando que su rebaño, osease nosotros, se mantenga unido. Evitamos hablar demasiado alto de la siguiente guisa. ¿Ene encuentras? ¿Laoar, donde estas? ¿Por aquí he encontrado un par? Siento mas arriba el Náufrago. ¡Venid, venid que aquí hay una florada!

Nunca cogemos demasiadas, pues vamos a deshora y no hacemos mucho camino, Acostumbra a pasar que cuando ya tenemos las suficientes para un par o tres de guisos Náufrago se dispara y empieza a berrear a todo pulmón. ¡Una seta, dos setas, eh, he, aquí hay muchas setas! Es como la señal, después de cuatro o cinco berridos, Ene con la ayuda de Misto recogen el rebaño y nos volvemos para casa.

Pero siempre puede pasar algo extraordinario. Hoy con un amigo, Náufrago subió hasta la alta montaña a buscar ceps, boleto edulis, sureny, ontobelza, cogordo, como lo llamen en cada sitio y casualidades de la vida bajó un montón. No vean lo contento que estaba.

Tiempo de setas


14 octubre 2006

A vueltas con el caos


El caos no se crea ni se destruye , se ordena casual y circunstanscialmente

13 octubre 2006

Personajes, Ene.


El consejo de redacción acordó en su momento (léanse las actas si no se fían) de poner fotos o dibujos que identifiquen (je, je) a los personajes. Se puso algún dibujo, toca alguna foto. Puede que incluso aparezcan personajes nuevos, no olvidemos que estamos en el caos.

11 octubre 2006

De los delirios


En mis recuerdos tempranos me consta que rayé despiadado el papel de dibujo. O sea, el estilo infantil de todos los tiempos. No creo que esto lo haya cambiado nuestra modernidad virtual. Empuñando el lápiz cual cuchillo de traidor, atacaba el papel con todas mis fuerzas, rompiendo al instante o al rato la punta en exceso exigida y a continuación, con el lápiz despuntado y con espasmódico nervio creativo, el papel, sin ninguna consideración, lo convertía en trizas. Por ahí debe de andar el mito del furor artístico. Frustrado por la endeblez del papel y ya en vena creativa, continué la faena, con gran escándalo posterior de la familia adulta, por suelo, paredes y muebles. Creo que me arrebataron los lápices por un tiempo, pero el pasillo, mi estancia solitaria, mi lugar favorito, quedó decorado a mi gusto en los inagotables días de mi primera infancia. Pero el juego me distraía y los adultos por conveniencia, me devolvieron los aperos de dibujo con tiento y vigilado. Algún desvío más me permití y después de alguna malévola caricia educativa de propina, quedó por fin circunscrita mi creatividad, al limitado espacio del papel.
Los adultos te ríen gracias y habilidades cuando eres niño, forma parte de su trabajo, y así me aficioné a pintar monas.
De adulto, no hace mucho, un día de delirio pinté este cuadro y ahora viéndolo pienso que bien podría ser un homenaje a los primeros pinos pictóricos de cualquier niño de estos que garabatean ya algo perturbados.

10 octubre 2006

El cuento de un cuento

Cuando cuento lo que me cuentan que es casi todo lo que puedo contar, se me viene a la cabeza un juego de cuando era niña y que componíamos cuando estábamos aburridas o llovía y nos cansábamos de cegar los ojos mirando al cielo para beber sus gotas o de abrigarla caladas hasta los huesos. Deben de jugarlo aún hoy y en muchos sitios de simple y juicioso que es. Consiste el juego en contar un recado secreto y pasarlo de boca a oreja en cadena de jugador a jugador. Como mas larga es la cadena mas sorprendente acostumbra a resultar el invento. La cosa es elemental, Maria o quien sea la primera de la cadena, le dice haciendo cueva con la mano a la oreja de la primera receptora: Teresa está enamorada como una tonta de Luis o cualquier frase inocente o elemental. Cuando se termina la rueda, el último, da el recado en voz alta y Maria también de viva voz el que inició la cadena. El resultado es incierto, depende mucho del grupo, de la facilidad narrativa del que cuenta el resultado, pero siempre sorprende que nada tenga que ver con el que inició la cadena y lo extensa que se torna. Una frase deviene un cuento.Los niños son niños y esto es un juego, pero aplicado en mayores sucede lo mismo. Nadie cuenta lo mismo que oyó, es superior a nuestras fuerzas y la distorsión de lo contado adquiere dimensiones monumentales con pocos saltos. Yo creo así que, todos los mitos y todos los tabúes se formaron engordando oralmente relatos elementales o costumbres azarosas

08 octubre 2006

Misto, el perro huidizo



Lo dibujó Náufrago antes de que naciera Misto.
El otro dia mirando archivos de dibujos viejos que guardamos, me apareció este y me dije que era como una predestinación. Es el mismísimo Misto y esta familia asexuada y rara en la que vivo.

A vueltas con la familia.

¿Quién soy yo? ¿Cerillo (el viejo sabio), Josepa (la dueña narradora), Náufrago (el genio), Ene, (el hilo común), Laoar (la joven tímida), Misto (el perro huidizo), o todos ustedes (los cientos de miles, sino millones de blogs)?

JOSEPA.- De siempre escribo, pero mal. Fui lectora apasionada hasta los treinta años, el aburrimiento me mató la pasión.

CERILLO.- Aforismo: El aburrimiento virus mortal de la pasión

Náufrago tiene dolor de cabeza

ENE.- Fue a buscar los diarios

LAOAR.- Duerme, pero ahora mismo se va a Barcelona y nos vuelve a dejar solos.

MISTO.- Es el perro huidizo que se esconde por la casa. Ene le protege y cuando no anda emboscado se le arrima. Cuando le platico me mira con mucha atención, con infinito interés, con unos grandes ojos tristes y frustrados. Quiere saber pero no entiende nada.

La mAtafísica.- Me costó tener amigos y tuve pocos amores, ¿por qué?, me pregunto cuando me asalta el insomnio. No fue por falta de ocasiones. (No me pondré ahora a contar cuantas).
(Me pongo en faena, a buscar la verdad, bien, más bien mi verdad):
Pues, no creo que el culpable sea mi carácter tímido, ni la tendencia a ser introvertida y pesimistilla. La culpa la tiene el absoluto, esta necesidad absurda de perfección. Quiero amigos, amigos y amores, amores.
No, no es cierto, no es cierto del todo.
(Ahondo un poco):
Es miedo al fracaso.
(No, no, más, más):
Es miedo a la responsabilidad de ser importante para otro, a no fallarle, a no estar a la altura de lo que de mi se espera.
(Me sumerjo un poco más):
Es mi fragilidad, miedo a sufrir, miedo a no poder soportar los desengaños.
En fin es a causa de mi cobardía, de mi egoísmo.
Resumiendo, es una mezcla de todo esto.
(¿Y porqué?, me parece que todo junto tiene un trazo traumático):
Habrá que preguntárselo a Sigmund Freud.

Hasta aquí podríamos llegar. Hoy no me sumerjo más. Estoy empapada de mí.

CERILLO: No hay abismo más profundo que nosotros mismos.

Náufrago se subió al taller

ENE.- dejó los diarios y dijo: Ya estas aquí (el bendito ordenador), está todo por hacer.

LAOAR.- Se ha levantado, la oigo achuchar al perro.

MISTO.- Se deja achuchar encantado (esto lo entiende)

USTEDES.- Hoy les toca el papel de absoluto. El ojo que todo lo
ve.

Entiéndalo, estamos en el caos.

CONSEJO: No lean los diarios.

NOTICIA: Asesinada a tiros la mujer que simbolizaba la crítica a Putin.
La periodista Anna Politkóvskaya…….. etc. (así va el mundo). Que es lo que digo yo, que nos mandan los malos.

06 octubre 2006

Retrato de familia

Familia de espacios ajenos

No creo que los humanos nos rigiéramos distinto que cualquier otro grupo de mamíferos sociales. Habría que ver cuando relacionó el hombre primitivo la actividad sexual con la procreación. Los machos dominantes guardaban y protegían a las hembras para saciar su celo, esto lo exige el codicioso instinto masculino y las hembras cuidaban y protegían a sus crías porque si así no fuera no existirían las especies. Su supervivencia se basaba en el grupo, el clan les protegía, pero sus miembros eran obra del destino y no parientes suyos (aunque lo fueran). Y así, supongo, se dilapidaron grandes espacios de tiempo

La tribu languideció y fue probablemente de éxito. La inteligencia optimizó con nuevas habilidades y con tecnología los recursos, esto y el inició del sedentarismo temporal debió de hacer poco adecuadas las tribus de cazadores recolectores con excesivos miembros. Con el sedentarismo se inició la agricultura y la ganadería y a estas nuevas condiciones se adaptó mejor la familia patriarcal que defendía un territorio más pequeño. Todos eran parientes. Las sagas familiares pues inician la historia y crean las condiciones necesarias para elaborar una cultura arraigada a la tierra, sofisticada y con memoria, y así podemos ahora contar generaciones y genealogías.

A la extensísima familia patriarcal le sucede la familia ordinaria. Se mantienen en ella los vínculos familiares pero el patriarca se diluye, la familia se democratiza y dispersa.

Asoma ahora una familia moderna, familias que poco a poco irán imponiéndose. Como la nuestra, que no tenemos parentesco. Somos pues una tribu contemporánea. Los desastres particulares de cada miembro nos han impulsado a unirnos. Juntos nos defendemos mejor de esta selva en la que la calle se ha convertido. Vivimos juntos y cada uno retiene su historia, sus naufragios, sus vivencias. La casualidad, el azar, el destino nos ha unido. Ninguno de nosotros tiene o quiere tener la capacidad y energía para vivir sólo, nuestra extrema fragilidad no nos lo permite. Nuestra vinculación esta en definitiva mas allá de la sangre y el deseo, y si mucho me apuran, hasta de la amistad, pero en contraposición es mas impermeable a la discordia, al amor y a los celos.

El apocalipsis maniqueísta del yin yang

Hoy me he levantado complejo y simple. En mi paseo matinal deseaba borrar de un plumazo el caos que me agobia y abstraerme de esta compleja arquitectura maniquea de desesperantes castillos e infinitos hilos. Decidí que nuestro yin yang particular y temible es por educación e instinto el bien y el mal absolutos que siendo irreconciliables conviven sin dificultad en mi mismo.

Decidí que esta importantísima lucha es absolutamente baladí y afecta sólo a una infinitesimal ínfima, valga la redundancia, parte de lo existente.

Domésticos como somos y lerdo en mi caso, y siempre para simplificar, el bien seria nuestro bienestar y el mal el malestar. ¿Simple, no? ¿Qué es el cielo sino nuestro bienestar supremo y eterno y el infierno la cara terrible del penar sin fin?

Nuestro bienestar le importa un comino al cosmos y es un peligro total y maléfico para otras especies y el mismo mundo, y el yang, nuestro malestar supremo, nuestra desaparición de la faz del universo, un motivo de alegría para los afectados de nuestro dominio.
Que cada uno se lo tome como quiera.

04 octubre 2006

El suelo del náufrago

Génesis humano

Preámbulo

Viendo la tele, esta tarde, fui espectadora de una rocambolesca y delirante reconstrucción escenográfica de los inicios de la espiritualidad en el hombre primitivo. Consistía el empeño en proponer una serie de casualidades mágicas que llevaron a un joven cromagnon a discernir de un porrazo, la muerte, la existencia de un alma y la necesidad de un rito funerario y del sepelio. Demasiado para el cuerpo. Yo hilé como bueno el inicio del relato y este pudo muy bien ser la causa de los primeros sepelios.

En un documental cursado como narración literaria de una pareja de gatopardos hermanos (Odio quedarme colgada en estos siempre previsibles y monótonos documentales) que vi hace tiempo, me quedó grabada la visión del desconcierto que la muerte de uno de los dos hermanos gatopardo causó en el otro. No podía asimilar su cuerpo exánime, pues no entendía la vida de otra forma que junto su hermano. Quedó velando su cuerpo dos o tres días hasta que, el hambre o la sed le apartaron del cadáver.

Cuando la horda o la tribu en determinados períodos se volvían sedentarias la visión del cuerpo difunto podía robar a la tribu atención para su supervivencia. Con el entierro terminaba el conflicto. Ojos que no ven corazón que no siente.

Ecuación consumista

La energía no se crea ni se destruye, se derrocha

02 octubre 2006

El taladro de la ética

Leí en fgiucich citando a Fernando Pessoa que le cuesta tanto al inteligente ser sincero, como honesto al ambicioso.

De acuerdo en que la ambición cuando es pasión desenfrenada, le revienta tanto la honestidad como cualquier otro obstáculo que le impida saciar sus apetitos. Pero en cambio, la sinceridad a todos nos cuesta lo nuestro.

Es cierto que en los simples es más evidente su falta, aunque la sinceridad, creo, tiene que ver más con la honestidad que con la verdad.

Dado que:

El sincero se somete al dictado de su honestidad tanto si es muy espabilado o un tarugo.

Su considerable dificultad es causado por:

El honesto no se miente ni a si mismo.
El honesto es un arqueólogo de la verdad.

Y como:

La verdad ni para quieta ni tiene dueño.
La verdad baila con todos y no se queda con nadie.

La cosa se complica.

Ocurre que muchas veces se asocia espontaneidad y sinceridad y no es lo mismo. Este tema, que me gusta, es muy largo. Dejo esta pincelada:

Puede que sea más fácil para el inteligente parecer espontáneo sin serlo, habría que ver si esto es una falta de sinceridad., una hipocresía o una optimización de recursos, dependerá, claro esta, de su honestidad.

Por que

La espontaneidad siempre parece sincera.

La verdad sin honestidad es peor que una mentira

Y así hasta el caos.

Deberes para otro día

¿Es lo mismo honestidad y conciencia?

¿Es la honestidad virtud laica como la conciencia lo es religiosa?

Queria hablar del caos y acabaré hablando del orden

El orden emerge, convive y se nutre del caos

01 octubre 2006

Antes de los actos actas

Acta del consejo de redacción celebrado desde no sé que día esporádica e intermitente.

PRIMERA CONSIDERACIÓN. Me niego a pasarme la vida transcribiendo delirantes debates de familia.

SEGUNDA CONSIDERACION. Digo yo que se notifique a Nadie los acuerdos a medida que se concreten (Ja, ja, ja…)

TERCERA Y ÚLTIMA CONSIDERACIÓN. Quien no esté de acuerdo que se ponga los manguitos y ya sabe……

(Todas las consideraciones son de la secretaria)

Desde el caos a uno de octubre de 2006

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