12 mayo 2015

FUTBOL



Soñé goles y al despertar Pep escupió. No me gusta que la gente escupa ni siquiera el Pep, No me gustaba ni cuando pasaba por ser de los nuestros y nos lo hizo ganar todo. El otro miércoles, tuvimos futbol con morbo por cosas de familia. A la dramaticà pasión le chifla la familia, hermano contra hermano, padre contra hijo, hijo contra todos. Los hermanos Alcántara pasaron mas bien desapercibidos, poco contaron ni el uno ni el otro, pero lo del hijo es otro cantar, emanaba Messi una concentrada fiereza. Con los sentimientos de la gente simple no se juega y el pródigo padre que inventó un futbol cerebral lo pagó, que el hijo és solo futbol puro, no entiende nada más. Al padre le supongo, no puedo evitarlo, una ambición mayúscula. Esto, ahora, para nada es ningun defecto aunque soy de la opinión qua ambición con éxito tiende a un devorador descontrol de los límites que se pueden tolerar, el otro solo quiere jugar y jugar, quizás para existir, para ser alguien donde se siente algo, en el verde espacio rectangular donde sabe que es el rey, como solo lo puede ser el que está poseido por una obsesión. Juega y teme el mundo de afuera, no lo entiende.

Me gusta pensar que la ambición lo tritura todo y deglute luego hasta fagocitar al ambicioso convertido al fin en esclavo de un brillante y fastasmal modelo que vende éxito, Un modelo cada vez mas plástico, mas teatral, mas epitelial. Sueño que la pulida máscara hueca corroe abrasiva a los podridos de dinero.

El polit Guardiola escupe una minuscula flema de pastosa saliva que amasa aglutinando todas las imposturas de un despiadado orgullo, lo lanza y la despide para reeinventarse, para dilucidar como piensa debe ser a continuación, como debe comportarse para salir ganando y como debe jugar la próxima partida para no perder.


Hoy la continuación

13 febrero 2015

Composición Efímera 1


Juego con la peregrina idea de que el impresionismo empieza en Diego de Velazquez. Exactamente en la mano que sostiene la paleta del pintor en el cuadro de Las Meninas. Y no fue una casulalidad, que Velazquez vió en el esbozo de los bocetos una salida a un agotado manierismo clàsico.

Una cosa son las obras, que ya hace dias que digo que son el cadaver embalsamado de una aventura viva, y otra el drama o la comedia que se desarrolla dia a dia en el taller, cuando la obra crece estimulada por las innumerables cuestiones que inciden en cada acción que acometemos.

No tengo tiempo que me he jubilado. Tengo mucho trabajo y no puedo estar sermoneando . En el taller siempre ocurren cosas y a veces la inspiración viene cuando los ojos capturan lo desapercibido. La aguda mirada que puede transmitir un buen fotógrafo.

Por viejo me quejo de lo efímero que me parece entorpece el mundo. No sé porqué me quejo si todo es efímero, Todo transcurre muy parecido a la intencionada gota de tinta dejada caer en el agua para gozar de su espectacular disolución en volutas de colores.

Abro una nueva temporada y la pienso alimentar con lo que el ojo ve en el taller y intenta guardar en la memoria, pero que, en general, se desvanece en el trajín. Mi barato y moderno teléfono chino me permite fijar estos casuales momentos, con detelles o no de intervención de mi mano.