06 octubre 2006

Familia de espacios ajenos

No creo que los humanos nos rigiéramos distinto que cualquier otro grupo de mamíferos sociales. Habría que ver cuando relacionó el hombre primitivo la actividad sexual con la procreación. Los machos dominantes guardaban y protegían a las hembras para saciar su celo, esto lo exige el codicioso instinto masculino y las hembras cuidaban y protegían a sus crías porque si así no fuera no existirían las especies. Su supervivencia se basaba en el grupo, el clan les protegía, pero sus miembros eran obra del destino y no parientes suyos (aunque lo fueran). Y así, supongo, se dilapidaron grandes espacios de tiempo

La tribu languideció y fue probablemente de éxito. La inteligencia optimizó con nuevas habilidades y con tecnología los recursos, esto y el inició del sedentarismo temporal debió de hacer poco adecuadas las tribus de cazadores recolectores con excesivos miembros. Con el sedentarismo se inició la agricultura y la ganadería y a estas nuevas condiciones se adaptó mejor la familia patriarcal que defendía un territorio más pequeño. Todos eran parientes. Las sagas familiares pues inician la historia y crean las condiciones necesarias para elaborar una cultura arraigada a la tierra, sofisticada y con memoria, y así podemos ahora contar generaciones y genealogías.

A la extensísima familia patriarcal le sucede la familia ordinaria. Se mantienen en ella los vínculos familiares pero el patriarca se diluye, la familia se democratiza y dispersa.

Asoma ahora una familia moderna, familias que poco a poco irán imponiéndose. Como la nuestra, que no tenemos parentesco. Somos pues una tribu contemporánea. Los desastres particulares de cada miembro nos han impulsado a unirnos. Juntos nos defendemos mejor de esta selva en la que la calle se ha convertido. Vivimos juntos y cada uno retiene su historia, sus naufragios, sus vivencias. La casualidad, el azar, el destino nos ha unido. Ninguno de nosotros tiene o quiere tener la capacidad y energía para vivir sólo, nuestra extrema fragilidad no nos lo permite. Nuestra vinculación esta en definitiva mas allá de la sangre y el deseo, y si mucho me apuran, hasta de la amistad, pero en contraposición es mas impermeable a la discordia, al amor y a los celos.

9 comentarios:

Umma1 dijo...

mamíferos sí... pero simbólicos.
Ese detalle nos distancia.
Yo creo que la familia está en vias de desaparecer.
Al menos como la conocemos.
Deconfio de los lazos solidarios de estos tiempos. las tribus me parecen rejuntaderos corporativistas.
Continúo privilegiando la amistad, como el vínculo más desinteresado que pueda establecerse en esta vida.

Cerillo dijo...

La amistad, si no es comercial, también produce su placer y su dolor

Rain (Virginia M.T.) dijo...

Como el ser humano es complicado, cuán más complicado sea, fanilia ni amistad le satisfacen

lo que pasa es que se vuelve mñas egoísta

lo que pasa es que a veces, tanto conocimiento le aleja de lo sencillo

de la belleza oculta y d e la expuesta

eso creo

si no se enojan conmigo, diría que estoy en fase beta (no la del blogger)

:)

Luis Rivera dijo...

Visito este blog para corresponder a su visita, y de acuerdo a lo leído propongo una reflexión: ¿olvidamos el contrato social? Es inherente a la espacio: unión para defensa, unión para crecer, unión para desarrollar. La familia corresponde a una fase, la más larga y brillante y aún creo que por mucho tiempo.

Cerillo dijo...

No son buenos tiempos para la familia tradicional. La tardanza en independizarse,la precariedad en los empleos y los fracasos sentimentales, no son esporádicos sino comunes. No lo tienen nada fácil

NBIS dijo...

Yo creo que de un tiempo a esta parte se esta volviendo a la Aldea. Las civilizaciones nunca crecieron tan rápido y se desarrollaron tanto (en todos los planos) como cuando la gente dejo la aldea y formó la ciudad. Allí gente de distintas partes, con diferentes ambiciones y culturas, debían convivir, esa disparidades todo generó avances impensados en todo los campos, para bien y para mal, pero así se desarrollo. Hoy día el temor a la diferencia a lo distinto hace que se regresa a la Aldea (countries, barrios privados, villas de emergencia) sectores que poseen iguales ambiciones y excluyen de su interior a la diferencia. Es una paradoja importante, porque en plena globalización, lo que no sucede es justamente la globalización. Los caracteres son más irascibles, y como en el Castillo, el extranjero es el excluido.

Saludos.
Norberto.
http://arte-norberto.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Me gustó esto amigo. Bien dicho. Así lo siento también yo en gran medida. Eso de los naufragios particulares y la fortaleza de la unión concientes de la fragilidad también.
Bueno, y mucho

Anónimo dijo...

¿A qué se referirá detrasdelreflejo con " No me parece que ésta sea una familia distinta a las demás, salvo en las formas..."?
LA FAMILIA (en singular) es lo que describes, creo, lo otro son amistades, contratos de ayudua mutua, intereses compartidos, y miles de convinaciones posibles de convivencia, pero ¿familia? ¡lo que dices!

fgiucich dijo...

La familia es, muchas veces, un vínculo muy difícil de descifrar. Abrazos.