24 septiembre 2006

Una adicción increible

Domingo por la mañana. Me he levantado con una resaca inexplicable. ¿Qué hiciste bribón? Nada, nada. Lo más extraordinario que hice fue mirar un par de películas en la tele. Mientras voy despertándome mi memoria descuartiza la película media visionada.

Triller norteamericano, basado en una idea original o sin ninguna idea. Se enriquece el guión o su simulacro, con historias adicionales de amor, sexo y violencia que tienen o no tienen que ver con el tema principal. Se adereza con un par de buenos efectos especiales. Actores contrastados tanto en el principal (los de moda) como especialmente en los secundarios, tres o cuatro gangs, un buen ritmo, música al uso y doctrina estricta. Un producto donde lo esencial es mantener la atención y en ello se esmeran. Acabada la visión no deja rastro ni en el rostro ni en la mente. Sin problemas pueden visionarse de uno a cuatro filmes cada día.

Efectos secundarios, son como la nicotina te estimulan solo cuando las ves, producen adicción y tolerancia. Como las marcas de tabaco, eliges la más aditiva y solo accidentalmente visionas otro tipo de películas que por sus carencias aditivas refuerzan tu dependencia de marca.

Efectos graves: perdida de tiempo, de criterio, adecenamiento y alineación y mucho más graves, engrasar con tu tiempo, dinero y atención la maquinaria que a mas de trivializar la vida, oprime la mente y vulgariza las emociones.

1 comentario:

Itf dijo...

La mayoría de películas son así. Hoy en día es muy complicado llegar a films que expliquen algo con sentido y no se basen en hacer explotar coches o matar a gente con metralletas. Contrariamente a lo que debería ser normal, cuanto más presupuesto menos calidad.

Desgraciadamente, econtrar una buena película ya es igual de difícil que encontrar buena música.