03 noviembre 2006

La casa


Cerillo, Naufrago, Ene, Laoar, yo misma Josefa y Misto el perro miramos por la misma ventana y todos vemos mundos distintos. La narradora (ya era hora) se percató de esto, sin esta cosa elemental sé ahora que no se puede ser narradora. Llegué tarde al oficio, no hay tiempo de aprender, lo mío quedará en monólogo.

Desde que me quedé en casa, salvo esporádicas y contadas salidas, veo el mundo desde la ventana y con este universo se llenan mis horas. Cuando dejo de mirar el mundo de fuera, quedo con el mundo de dentro, este, no es más que la casa e interminables reflexiones de lo que vi.

Me percaté que casa es un mundo complejo. Se debe tener cuidado.

Voy hablar de casa, un ejercicio y un dilema.

La casa no la ve quien vive en ella, sea la que sea, lujosa o miserable o todas las gamas intermedias, aun creo una choza de la misma África, nada se ve. Bueno, un poco, Ene, la intendencia, que falta esto o aquello, que se debe ensanchar, pintar, embellecer, que hay goteras, problemas prácticos a resolver, que hace frío o calor y lo hemos de evitar, pero todo esto sólo sirve para hacerla más y más invisible. Es como tu cuerpo, sabes que existe cuando duele.

Disfrutas de sus comodidades, de su reconfortante seguridad, de su tranquilidad, pero la característica fundamental de la casa es que es predecible. Es territorio sin sorpresas (salvo las domésticas).

Si no cumple lo de predecible no es casa. Sin casa se malvive.


Los sentidos, alerta todo el día, están en descanso o duermen. No ves, solo miras. Mirar es como el soporte para pensar. No ves y piensas, pones en orden todo el día y si no estás solo y quieres guerra, ahí está la familia.

Con los sentidos adormecidos y nuestras rutinas, las noticias de afuera nos vienen filtradas por los miembros de la familia que están dispuestos al balance y la crítica.

Lo comenté en la hora de una cena y asistieron aburridos.

Se cerró con la noche la ventana de afuera, la de dentro la saturé, la ventana tonta va cada día a peor, hoy me queda solo esta nueva, la blogosfera.

15 comentarios:

alida dijo...

Cada quien percibe de una manera diferente, aunque veamos las cosas desde la misma ventana y en casa tantas veces nadie ve y se que están allí, cambio el tono en el hablar para que despierten, nunca es tarde para aprender
Un abrazo desde mis uffsss

Índigo dijo...

¿Quién no ha deseado entrar en su casa con ojos totalmente vírgenes? ¿quién no ha deseado verse desde fuera, llegar a vernos como nos ven? Abrazos, me gusta tu ventana.

Acus dijo...

Los que están fuera, se asoman por las ventanas llenos de curiosidad o deseo. Los que se encuentran dentro, miran a través de sus ventanas para ver a aquellos que miran su casa... ¡¡y dejan de prestar atención a lo que de verdad importa!!
Con estas casas de 20 metros cuadrados..., ¡pronto no habrá ni ventanas! ¡Saludos!

Zebedeo dijo...

- Que te pillo, que te pillo
- Me pido casa, casa.
- Mecachis, otra vez con lo mismo, si así no hay quién juegue.
- Chincha, rabiña cara de sardina.
- No vale casa.
- Si que vale, así no me puedes coger, aquí estoy más seguro. Hasta luego, cara de huevo ;)

manolotel dijo...

En casa las cosas no se mueven, tienen su sitio. Por muy caótica que sea la distribución sabemos donde "pueden" estar y sobre todo sabemos que están y efectivamente no necesitamos el organo de la vista, salvo que busquemos algo concreto. Podríamos andar a ciegas por la casa y no importa que sea invisible porque está perfectamente dibujada en algun pequeño mapa en el cerebro, pero también en el corazón y por eso duele, como alguien ha dicho antes, cuando se pierde (que hay casos, hay casos).

La ventana es la aventura de la imaginación, cuando ya las puertas solo dan a la borrosa e indiferente realidad.

Bueno es tener otros ojos, inocentes, maliciosos, intuitivos, utópicos, cínicos para captar la infinita gama de colores de la vida.

Tonterias mias.

NBIS dijo...

La casa, recinto laberíntico de recuerdos y colores. Infinito camino e los días, guarda de nosotros la inocencia perdida, el tiempo de crecimiento, la felicidad y las lagrimas. Una casa que nos contuvo desde niños, es el mejor arcón de nuestra historia.

Saludos.

TICTAC dijo...

La casa "..sabes que existe cuando duele."
:-)))) muy cierto!

La ventana es una vista parcial de historias infinitas,la relacion emblematica entre el interior y el exterior....la casa comunica a traves de ella.
La ventana interior es la mas dificil de abrir, casi siempre preferimos el autoengaño de los reflejos..

Feliz fin de semana!

LaMaga dijo...

A mi me gustan las ventanas :)

Un beso

Lienzo dijo...

Y al fin y al cabo los espacios que las ventanas abren son espacios imaginarios, uno los forma y los deshace, yo tengo incluso una ventana en una tetera por donde se ve la carretera a ningún lado

fgiucich dijo...

Siempre es bueno tener una ventana abierta; por las dudas. Abrazos.

Isabel Barceló Chico dijo...

La casa es un mundo complejo, como señalas, predecible e invisible. A veces a mí me cansa. Otras, no saldría de ella. Casi todo el tiempo viene a ser como una jaula. Saludos cordiales.

Peggy dijo...

Post bien escrito:) , sensible ...Yo en las casas , siempre percibo la energia de sus habitantes , la impronta de lo vivido, los extraños nos percatamos de esos pequeños detalles vitales , la manera de colocar las cosas ...etc que dicen de la personalidad de sus habitantes .
te enlazo

Clarice Baricco dijo...

A veces quisiera que mi casa no tuviera techo.

Saboreo tus letras.

Un abrazo...

Tanino dijo...

Casa de construcción sólida o liviana, paneles y vigas, hormigón o volcanita, asfalto, ladrillo, zinc, vidrios, madera, uf! jamás había mirado mi casa. mi esposa y mis hijos no me dejan ver!
un beso
Tanino

ecasual dijo...

Muy interesante. Y sí, la blogosfera es una atractiva ventana.
Saludos