19 noviembre 2006

Dos escaleras



He de hablar de dos escaleras

Una, es escalera de peldaños,
dibujada de un solo y grácil trazo
que se encarama como dudando
a cimas desconocidas.
Tiene sed de apagar fuegos,
de quemar orillas,
de secar lágrimas quietas

La otra más triste, solo lleva
a habitaciones solitarias
y cruza mi corazón de
una angustiosa melancolía zigzagueante,
en ellas,
siempre estas tu pensativa,
al borde de la cama,
bellísima, inabarcable,
inabordable en la ensimismada
frontera del ensueño

18 comentarios:

Anónimo dijo...

escaleras de donde bajamos y subimos por adentro, siempre esperando encontrar quien sabe que cosa...
un saludo para cerillo :)

Anónimo dijo...

Me fascinan las escalas con sus pelddanos de todo tipo. Son un tema recurrente en mis fotos, mi atencion, y mis suenos reiterados.

Ayer fui a un claustro benedictino quemado en que sobreviven sus escalas de caracol de la piedra que las mantuvo en pie....y ahi siguen.

Índigo dijo...

Me ha encantando tu post, tus escaleras. Un abrazo

fgiucich dijo...

Es el eterno sube y baja de la vida. Sería muy aburrido ir siempre por la misma dirección. Abrazos.

Zebedeo dijo...

A la escalera de habitaciones solitarias es mejor subir sus peldaños de dos en dos, la melancolía seguirá ahí pero al subirlas más rápido se producirá una agradable brisa ;)

ecasual dijo...

Me encanta. Es un gran poema.
Saludos

Eulalia dijo...

¿Sabes lo que más me gusta de los poemas que escribes?
Que dan hermosura a lo cotidiano.
Un beso.

Acus dijo...

¿Has probado a subir por las escaleras mecánicas?
Una de tus escaleras descritas, te puede llevar hasta el balcón del amante o hasta la rama donde el gatito está asustado.
La otra escalera, a pesar de los giros caracolescos que pueda tener, puedes recorrerla junto a un amigo que también está sentado en el borde de la cama y que junto a él, no existe ninguna frontera; en esa escalera se encuentran tus sueños, tu realidad, tus secretos.

Anónimo dijo...

el ensueño es el estado perfecto :) muy bonita poesia

TICTAC dijo...

Tu hermoso texto me hace viajar a traves del simbolismo de las escaleras en la literatura, las religiones y la magia...esa escalera que siempre buscamos subir para recuperar la inmortalidad que perdimos cayendo, las escaleras que pocos suben y que muchos bajan...y que seguimos apoyando hacia otro lado pero para volver a subir al mismo...

Un abrazo de feliz comienzo de semana Cerillo!!

Anónimo dijo...

Y a veces se nos olvida que toda escalera es necesaria, y que la misma que nos sube, luego nos baja, y viceversa...

Bonito texto!

Anónimo dijo...

A cada paso esta la decisión de cual tomar, lo único que perturba es que uno no conoce de antemano lo que guarda cada escalera, o quizás si, y preferimos ignorarlo.

Saludos.

Cromatica dijo...

Excelente descripcion! este poema me llevo a dos escaleras una que sube y otra que baja.

Me gusto tu blog el cual compartire como uno de los de visita obligada.

Saludos

Lienzo dijo...

A mi desde pequeña me han dado miedo las escaleras de caracol. NO se porque, no podía subirlas, no puedo subirlas, sin que me tiemblen las piernas. En cuanto a las escaleras largas largas de concreto con barandal metalico me resultan tristes: son como las de la casa de la abuela.
Me gusto mucho tu poema, aunque me tuviera que acordar del vertigo.

Jose C dijo...

Todos tus posts tienen un aire melancólico y pensativo que siempre me dejan con ganas de mas.

sigue asi y saludos.

Tanino dijo...

Veo nuevos tonos en tu pintura. Colores un poco más fríos. Como peldaños de mármol.
beso
Giuseppe

Karina Falcón dijo...

Inabordable. Las delicias de lo que aún en lo etereo no puede ser poseido, vamos ni degustado! Vuelto a tus tierras y sigo presente

lenguadefuego dijo...

Ya que hablamos de escaleras paso las instrucciones:
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
J. Cortazar