27 mayo 2014

Políticos



Podemos interiorizar deseos que no se correspondan con la realidad. aunque a veces, casualmente, se cumplan. Responden estos, a una fe ciega, a una habitual querencia de que el mundo se adapte a nuestros objetivos, a nuestras necesidades. En este caso los deseos pueden dejar de ser razonables y aunque sigan valiendo de acicate se convierten en freno u obstaculo para tirar adelante con alguna posibilidad de éxito. Los deseos cuando pierden la referencia de la realidad se vuelven esteriles y estropean nuestra fina intuición de lo que es útil. Quizás este sea el peor fracaso pues los elementos contra los que luchamos ni se enteran. Meamos fuera de tiesto. No hay dignidad posible en esto. Los políticos que tenemos se habrian de aplicar el cuento.

1 comentario:

Ari dijo...

Me encantan todas las pinturas, enhorabuena. Son creativas, las haces tú? pk una me ha recordado a Klee.