03 noviembre 2007

Sembrando dudas



En un post antiguo y larguísimo de su blog, A la flordel berro, AAOIUE comenta:

“A mi, la duda o una cierta inseguridad, el desasosiego, me ofrecen garantías de honestidad e inteligencia. Nunca veo la duda como debilidad. Aunque está claro que hay dudas enfermizas o que la indecisión puede ser mórbida, también está claro que los frutos de la patología de la certeza (la arrogancia, el fanatismo), son mucho peores.”

Como yo me considero un adepto a la duda y por esto dudo de mi honestidad e inteligencia, cambiaría la frase en el sentido de que la honestidad e inteligencia se revalorizan con la duda, pero que esta, por si sola, solo garantiza que los problemas se vuelvan crónicos. La duda se convierte en una lacra en esta sociedad donde la mayoría de sus miembros carecemos de un criterio personal bien definido.

Dudo de muchas cosas y de otras no dudo nada, como, que la bondad de una postura no convierte a la contraria en mala. Así todos podemos ser distintos y pasárnoslo entretenidos con nuestras diferencias.

Cada vez veo mi caos más ordenado y me asusto, pues sé que es de poco fiar, sé que le gusta romper de súbito lo que presumía de suma resistencia.

En asuntos intrascendentes, como este mismo, cogí el hilo de enseñar en cada post un dibujo, un orden que mantengo, pero no son cronológicos, aquí está el desorden. Nos asociamos intuitivos por afinidades o querencias creando unos rituales que temo puedan comernos de aburrimiento. Construimos como hormigas unas quimeras que cualquier día el loco destino de paseo nos reventará arrastrando con sus pies el hormiguero y aquí es cuando no dudo y decido esto quiero, esto no quiero, aunque da lo mismo lo que decida, así es la vida y por esto nos divierte y machaca.

Quería decir que me ordeno y me sabe mal el orden. Que quiero estar con ustedes y alejarme al mismo tiempo. Que me gusta lo mínimo, pero que al instante quiero ponerle un florero abarrocado. Que te amo y te desprecio y así te sigo queriendo hasta el fin irrecuperable del amor que es el olvido que es como la misma muerte. Me gusta el derecho y el revés y a los dos odio.
Me canso de estar siempre conmigo por esto salgo o me conecto con ustedes al azar o siguiendo rutinas trazadas como surcos en la arena o caminos fijos como tierra roturada por el arado. También sé que a nadie importa esto.

Quiero agradecer humildemente este gesto de Alida y disculparme y rogarle que no me mal interprete si no sigo la cadena, pues le tengo una cierta prevención a las cadenas, es una de estas cosas en las que me siento más a gusto llevando la contraria.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Preguntar es rebelarse.

Contestar es adaptarse.

J. Wagensberg

alida dijo...

Cerillo, me gusta tu honestidad, ser contrario a los demás es hasta interesante porque así encontramos la verdad a muchas cosas, nadie es igual a otro, seria muy aburrido, y es allí donde esta la esencia de uno

Un gran abrazote

R. Basar dijo...

..."No porque la 'perplejidad', como aprehensión correspondiente signifique un ceficiente de duda, de vacilación o de asombro, ni nada de inacabado en la Idea misma. Se trata, por el contrario, de la identidad dela Idea y del problema, del carácter exhaustivamente problemático dela Idea, es decir, de la manera en que los problemas están objetivamente determinados por sus condiciones a participar los unos de los otros, de acuerdo con las exigencias circunstanciales de la síntesis de las Ideas."

Gilles Deleuze, Diferencia y repetición. Buenos Aires: Amorrortu 2006, p. 284.

M dijo...

Imprescindible la duda, prefiero vivir con ella que saberla de menos.

B x C

Anónimo dijo...

A veces creo que lo más contrario a la duda es la casualidad y hasta el azar, esos dos elementos tan exentos de inteligencia y de honestidad con los que, sobre todo el artista plástico, debe trabajar pero para los que no debe trabajar.

fgiucich dijo...

Para vivir a pleno se necesita de la duda, caso contrario seríamos dioses pluscuanperfectos. Abrazos.

Unknown dijo...

Hi ha qui per viure ha de nedar contracorrent, com el salmó.

Salutacions

Lidia M. Domes dijo...

No está de más la duda si no nos lleva a la inacción...

A veces nos atrapa y nos condena a recorrer mil veces los mismos circuitos y eso más que no llevar a nada, nos vá desgastando poco a poco sin dejar una vivencia que nos haga sentir bien. A veces actuar aunque por algún costado tengamos alguna duda, nos lleva a descubrir que en el intento por construir, las dudas solas se van resolviendo...

Interesante Post...
Un abrazo!!!

Lidia

Índigo dijo...

Pues, me sumo a tu declaración de intenciones, si es que puede llamarse así, o como se llame, me sumo igualmente.

Saluditos