28 agosto 2010

Dudas



La realidad es el tiempo que hace y no el tiempo que pasa. Hace calor y esta es la realidad de hoy, todo lo demás que pueda ir desgranando desde estas líneas, es fantasía. El calor es en general un fastidio, como el frío, o el hambre, o el dolor o cualquier inclemencia que martirice nuestro cuerpo. Pueden reunirse juntas varias de estas inclemencias fastidiosas, sufrir, me parece, consiste en esto. Como no soy especial, me cuesta como todo el mundo, más aún si cabe, dormir estas noches calurosas de verano. Lo cierto es que tengo la sensación, desnudo en la cama, que paso la noche intentando dormir y que quizás en algún momento duermo. Intento dormir y duermo, intento dormir y duermo y así pasa de lenta la noche.

Esta mañana pensaba en el querer y en el hacer, en el quiero dormir y duermo que me acuciaba por la noche y así me vino la imagen de deshojar la margarita, pero no con el me quiere no me quiere convencional, sino con el te quiero o no te quiero que desgrana nuestro particular egoísmo. No sé como se puede sacar nada en limpio de las encuestas de opinión si en cuestiones importantes nos ponemos a deshojar, a menudo, margaritas para que decida el azar. Quizás por esto divagamos sin parar y sea esta una de las razones de lo poco que nos cuesta hablar aunque no tengamos nada que decir. Tengo muy, pero que muy claro como debe actuar todo el mundo, presidente de Estados Unidos incluido, pero en lo que a mi se refiere, me carcomen tanto las dudas que deshojo margaritas sin cesar. Me piden que decida, que escoja entre Pinto y Valdemoro y sin dudar elegiría Pinto si Pinto fuera sólo mío. Como de ordinario esto no ocurre empezamos con el juego de las balanzas, con los larguísimos listados de pros y de contras, con sus derivaciones infinitas que nos colapsan y que intentamos superar luego con simplificaciones excesivas. Abrumado pues, con un sinfín de dudas insuperables, cuando me preguntas: ¿Me quieres? respondo que si mientras te tengo delante, quizás dudando un poco, aunque al rato te quiero mucho al recuperar una dulce imagen que recuerdo con cariño, o porqué me siento solo, o porqué me azuza el deseo, o porqué no quiero pensar y se estableció desde hace tiempo que te quiero. Las dudas propias no las perdonamos en cambio en los ajenos. ¡Decide ya de una vez si me quieres o no me quieres! No quiero sufrir más por esto, concédeme de una vez el amor eterno.

Muchas veces deseo no pensar. Ahora mismo lo tendría como premio porqué, siento que me recreo demasiado en pensar en lo que pienso. Pensaba el otro día que no es fácil vivir sin Dios, hace años que una parte del mundo lo intenta y poco a poco parece lo van consiguiendo. Así que me encuentro sonriendo cuando pienso en los que predican que sin Dios, sin las normas y mandamientos que implica, nos convertiríamos en animales salvajes y que la sociedad resultaría así ingobernable. Vaya, como si los poderosos estuvieran todo el tiempo pidiendo consejo a Dios al cometer sus continuas tropelías, si al fin parece que Dios es un invento sólo para los gobernados y que se legisla en exclusiva para ellos. Ocurre que se nos impone a Dios, o las leyes, o las normas como si no fueran un acuerdo, como si fueran algo indiscernible, inapelable e inmodificable. Demasiados ins para mi gusto disoluto aunque lo cierto es que cuando empiezas a dudar de Dios, de las leyes, de las normas, las cosas se te complican. Sin el corpiño de unas obligaciones imperativas a las que obedecer debes decidir y como no puede ser, o no debería ser lo de luchar contra todo el mundo, se ha de negociar los términos en cada cuestión que surge. Has establecer los límites y las necesidades que han de regir, desde el respeto que ha guardar el que elige vivir sin el acomodo de unas reglas que le limiten. Desbrozar las posibilidades que tiene el que se siente libre de escoger sin cortapisas lo que ha de importar en su vida. Así que vuelve a determinar el azar en lo que cansa de discernir, que sea pues el fluir quien decida, decides tantas veces aturullado, quizás demasiadas, por las insistentes dudas.


1 comentario:

fgiucich dijo...

Un regreso lleno de dudas, que nos permite saber que seguimos pensando. Abrazos.