13 febrero 2015

Composición Efímera 1


Juego con la peregrina idea de que el impresionismo empieza en Diego de Velazquez. Exactamente en la mano que sostiene la paleta del pintor en el cuadro de Las Meninas. Y no fue una casulalidad, que Velazquez vió en el esbozo de los bocetos una salida a un agotado manierismo clàsico.

Una cosa son las obras, que ya hace dias que digo que son el cadaver embalsamado de una aventura viva, y otra el drama o la comedia que se desarrolla dia a dia en el taller, cuando la obra crece estimulada por las innumerables cuestiones que inciden en cada acción que acometemos.

No tengo tiempo que me he jubilado. Tengo mucho trabajo y no puedo estar sermoneando . En el taller siempre ocurren cosas y a veces la inspiración viene cuando los ojos capturan lo desapercibido. La aguda mirada que puede transmitir un buen fotógrafo.

Por viejo me quejo de lo efímero que me parece entorpece el mundo. No sé porqué me quejo si todo es efímero, Todo transcurre muy parecido a la intencionada gota de tinta dejada caer en el agua para gozar de su espectacular disolución en volutas de colores.

Abro una nueva temporada y la pienso alimentar con lo que el ojo ve en el taller y intenta guardar en la memoria, pero que, en general, se desvanece en el trajín. Mi barato y moderno teléfono chino me permite fijar estos casuales momentos, con detelles o no de intervención de mi mano. 


1 comentario:

M. Domínguez Senra dijo...

Sempre estimulant Cerillo.