Un
hombre llamado
Joan
entre
otras cosa se
dedica a hacer de mago, entrado el invierno y de casualidad descubrió
un truco simple, elegante y revelador. Desde entonces
lo utiliza en exclusividad en las
representaciones
de magia que hace. Pero ¿podrá el mago Joan mantener en secreto el
truco si
lo
ejecuta tan
a menudo en
público,
Todos
gastamos un montón de trucos,
variados y de todos tipos. Algunos los hacemos a escondidas y otros
impúdicamente
a
descubierto. Un buen truco muy común
y
óptimo para dar sentido a
lo que hacemos
consiste al crearnos objetivos. No es necesario que sean razonables,
ni siquiera factibles. Este truco en cuestión está muy bien
visto socialmente y va de primera si se trata de optimizar esfuerzos.
Da
seguridad,
es
bueno
tener un punto de referencia, una guía en el horizonte. Nos orienta
como la luz de un faro anclado en tierra firme.
Todos
necesitamos agarrarnos
a
algún
objetivo.
Es su dimensión la que hace que no todos los hombres nos comportamos
igual. La particular ambición de cada cual será la que nos
indique
la importancia y la exigencia de nuestros
objetivos.
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