16 octubre 2010

Fe y creación


Nu al llit es fa de dia. Desnudo en la cama amanece. Me gusta desnudo (nu) y amanece. Me parece que es empezar como es debido, por el principio, que cuando naces queda todo por hacer, como cuando amanece. Pero no estoy del todo a gusto, lucho por recordar que es lo que soñaba en mi agitado despertar. Quien o que me acosaba... o me acosa.

Que hace días que me da por la genealogía, esto de rascar ancestros, un Cerillo defendiéndose de la invasión bárbara de los cristianos, el pintor de Altamira ante la rugosa piedra, un homínido que camina erguido por la sabana, la pelvis de los diplodocos, un batracio, una bacteria, un choque de partículas elementales, la nada.

Marilyn: El grito empieza y termina en el aire pero ¿que pasa en medio?. Comer no un elefante, sino un planeta, la tierra entera, atiborrada de elefantes, mordisco a mordisco. Alguien en algún lugar inventa una palabra, pero ¿quien inventó la última letra? Mejor, ¿quedan letras por inventar, por arrancar a los sonidos que somos capaces de emitir? ¿Que tienen que ver las letras con las notas?

Ando buscando la tierra firme donde embarcó esta aventura, pelando la cebolla aro a aro, pero solo encuentro un final lacrimoso. ¿Llorar es la esencia?

Desnudo en la cama amanece y polvorientas, las grandes palabras, inconsistentes, se desmenuzan zarrapastrosas. Dios, la Verdad, la Realidad, la Justicia, el Amor, que pesadez. La crisis se agudiza, no hay manera de hacer pie, de encontrar tierra firme donde asentarse pero queda la fe.

La fe es pura energía. Ideo que un juego de jerarquías: fe, poder, dominio, control, podrían estar escondidas tras la idea de crear. Los dioses juegan, sueñan... La fe existe, es energía.

Pintar es una mierda, ni mejor ni peor que otras miles de mierdas que inventamos para hacer algo por el simple motivo de que algo hemos de hacer, que es lo que tiene la cosa de vivir.

Si, pintar es una mierda pero, con una pizca de fe se convierte en una maravillosa compañía (aliviar la soledad, un deseo siempre insatisfecho), en un circulo energético que contiene todo el universo conocido. Lo tengo claro, antes que el Dios creador, que viene a ser el artista antes de ser artista, está la energía, la fe de coger un lápiz y esbozar una idea. De la nada la fe empieza a crear un mundo, pero cada pincelada que da, le quita, al artista, cachos del poder que disponía (todo) en el inicio de su aventura creativa. El inmenso poder de la fe, lentamente triturado por la corrosiva acción de lo concreto y así en un intento para recomponer su declinante poder creativo el artista se agarra al dominio, a la maestría, un subproducto quisquilloso que entorpece el poder creativo y que tiene su paranoia final en el control absoluto que representa la obra terminada, la antítesis a la energía creativa que siempre representa lo creado. Bueno, no sé si queda claro, que yo ya me entiendo.