07 febrero 2009

Un sistema nervioso


La física no tiene otro corazón que no sean las leyes de la atracción universal. Lo digo yo, así, a bote pronto. El corazón lo adquieren posteriormente las estructuras orgánicas que a base de réplicas quieren perpetuarse en el tiempo.

Yo creo que lo que une, gusta, por decirlo de alguna manera y lo que gusta se tiende a querer repetir. Las copias, pero, acostumbran a ser un mal reflejo de la emoción original, aunque con ellas se consigue la ilusión de perdurar en el goce un tiempo y parece que esto es lo que interesa. Cuando deja de interesar, ningún problema, a otra cosa mariposa, aunque las copias generadas quedan como desperfecto, como memoria, en estructuras extremadamente complicadas y posiblemente indescifrables incrustadas a las réplicas recientes. Fíjese sino las tramas de espionaje político en la Comunidad de Madrid. Sin remedio las tramas de espionaje crean su contraespionaje y luego el recontraespionaje y así hasta el infinito.

Cuando los entes de control se vuelven excesivos y todo se desordena, es cuando surgen lógicas con voluntad de ordenar lo descontrolado y lo que fue emoción y vida acaba siendo un apéndice de una comunidad especializada en algo que está regida por un coordinador que es el que dicta su funcionamiento.

Así la vida es una cadena de despropósitos que nacida de una simplicidad original, cabalga obcecada hacia estructuras cada vez más complejas, formando en su deriva laberínticas cadenas jerárquicas

No sé si me entiendo y si se me entiende. El placer, la ley, está en la unión, luego, para que dure algo más en el tiempo se repite lo que gusta, se copia. Surge del caos de copias un organizador de ellas, luego un organizador de organizadores, se van especializando a cada paso los coordinadores etc…

Nos miramos en el espejo y sabemos que su reflejo es copia casi fiel de nosotros mismos y esta conciencia es debida a que toda una inmensa estructura de controlados censores llegó a esta conclusión. Somos lo suficientemente sabios para notar que somos y por lo que parece esto es motivo de orgullo y nos hace diferentes de los que carecen de esta conciencia. En cualquier caso dimos en algún momento de la evolución este salto que nos parece importante. En un lugar del cerebro una coordinación de coordinadores llegó a crear esta conciencia y esto nos hace más eficientes. Pero para llegar a ello es necesario que en esta compleja estructura que somos exista una comunicación perfecta que hace que sintamos como un cuerpo único lo que no es mas que una colección de órganos variopinta unida a base de millones de millones de controles y copias infinitas de gustos dispersos en el tiempo. Una perfecta sociedad de células sumamente eficiente para perdurar gustos un tiempo en el tiempo.

No se si lo que digo tiene algun sentido. Yo iba a que todo tiene su tiempo y lentamente, pienso, el individuo que se reconoce en el espejo se siente cansinamente solo y se une a su pareja como la física impone. Y se mantiene unido a su familia y a su clan para goce y seguridad de futuro. Lo más importante para que las uniones perduren es una constante comunicación y roce. El amor que hace que constantemente pulamos las aristas que nos repelen y nos obliga a crear constantes vinculaciones para que el bien común sea duradero. Por otra parte la comunicación en el cuerpo no deja de estar generada por una gran red de circuitos eléctricos, un sistema nervioso que mantiene una disposición constante de control de los órganos decisivos en todo el cuerpo.

Cuando seamos capaces de mirarnos en no se que inmenso espejo y nos reconozcamos como sociedad indivisible habremos dado otro paso espectacular hacia una complejidad más eficaz. El sistema nervioso se está creando, solo nos falta creer que lo que le ocurre a cualquiera, aunque sea en la antípoda, nos afecta a todos, al bien común que deseamos para lo que hemos bautizado como Humanidad.